jueves, 2 de abril de 2009

Los minutos se marchan...

Cuando te encuentras esperando en un aeropuerto, observas a tu alrededor y ves la cantidad de emociones que se viven. Un joven espera con un precioso ramo de flores, un grupo de amigos con champán y dos grandes globos en forma de corazones reciben a su amigo, tal vez después de mucho tiempo sin verle... y si no, sólo he de recordar el día que cruce el control de seguridad cuando todo esto comenzó, la cantidad de emociones que tenía y tenían...

Poco a poco vuelvo a la normalidad de Oldenburg. Necesitaba un gran descanso después de tanto tiempo sin parar. Aquí ya comienza el semestre de verano, hace sol y un poquito de calor en el bicicleta. Es curioso pero los alemanes nada más que ven un rayo de sol aprovechan para ponerse la ropa de verano, aunque realmente no haga para ello.

En dos meses vuelvo a casa, bueno a Palencia, es una visita relámpago, tan sólo dos días. La verdad que tengo ganas, veré a mis padres que es la primera vez que estoy tanto tiempo sin verlos...además no sé si es, por que la Semana Santa se acerca y me resulta tan extraño no estar allí disfrutandola con mis amigos y mi familia, que estos días tengo un poco de morriña...