sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós 2011

A unas pocas horas de despedir el año, toca hacer un poco de balance de lo que han sido estos 12 meses. Me encantaría poder poner un nombre al 2011, definirlo de alguna manera, pero la verdad; no sé si estoy segura...

12 meses dan para mucho, para demasiado diría yo. 365 días ni más ni menos y cada día es un mundo...

Hace ya casi un año que volvía a tierras alemanas, volvía para continuar lo que había comenzado tras mi paréntesis por tierras de Guatemala. Volvía para ver, si lo que realmente sentía era verdad. La vuelta fue dura, busqueda de trabajo, casa.. en fin, un caos. Pero todo siempre tiene su parte buena y así que poco a poco todo fue marchando hasta que por fin, encontré trabajo y casa. Y lo más importante, mi vida cambió, di el paso más importante, irme a vivir con la persona que quiero.

Y así fueron pasando los meses por tierras alemanas, frío, calor, agobio en algunos momentos, visitas ( siempre son un bocado de aire fresco).

Aquí también recibí noticas tristes y alegres. Empezaré con las tristes. Digo tristes, porque han marcado un antes y un despuès en mi vida, porque cuando vuelva al pueblo, no volveré a ver aquellos lugares donde crecí, donde pasé tantas y tantas horas. Me refiero a dos comercios que cerraron sus puertas este 2011 en Coyanza : El Serranillo y Enmarcaciones Chiches.

Allí corría cuando era pequeña desde la tienda de mis padres ubicada en la calle Maravillas hasta la Plaza Mayor, lugar donde se encontraba ubicado el Seranillo. Recuerdo que iba como una loca a comprar ositos a pesetas, hablar simplemente con Claudio, a pedirle aceitunas rojas en vez de negras, a por esas aceitunas picantes que tanto me gustaban. Recuerdo cuando ampliaron la tienda, me parecía tan tan grande que no me lo podía ni imaginar. Donde el pan llegaba recién salido del horno, rico rico. Me acuerdo mucho de la báscula que tenía, de las antiguas, me parecía una reliquia... hay tantas cosas que puedo contar de aquel lugar....


Y como decía antes, desde allí corría, corría desde Enmarcaciones Chiches. La tienda de mi abuelo, de mis padres, mi tienda, mi rincón favorito. Negocio familiar que llevaba en el pueblo 40 años. fue mi abuelo Vicente, que en paz descanse, quien se instalo en el Coyanza y empezó con el negocio y luego mis padres continuaron. Tenía la esperanza, la ilusión que siguiera adelante y que el día que tuviera hijos les pudiera enseñar mi rincón. Un lugar donde juege como la que más, donde jugaba a vender cuadros y a envolverlos. Allí hacía compáñía y si me aburria salía a la calle. Recuerdo cuando mi madre me enseño a sacar el precio de los marcos, me sentía la niña más feliz del mundo. Tengo tantos recuerdos de aquel lugar, que aún no me creo que no volveré a estar dentro de él...De verdad, gracias a todas aquellas personas que confiaron en nosotros y dieron vida al negocio familiar.


Pensareis que son 2 simples negocios, cierto, pero dos episodios de mi vida muy importantes que en el 2011 han dicho adiós...


Triste me sentí, cuando España se tintó de azul... cuando la corrupción está a la orden del día...creo que hay tantas cosas que cambiar...pero lo veo tan díficil...lo veo tan lejos...


Y por supuesto el 2011 me ha dado alegrías muchas alegrías. Bodas de amigos, anuncios de boda para el año que viene ;). Y sobre todo, el nacimiento de tres pequeñas vidas. Qué me han hecho tía en un abrir y cerrar de ojos. En Alemania, el pequeño Solomón...es una cosita tan pequeña y tan linda... y en allá en mi tierra, el pequeño Alejandro y la pequeña Alicia, que poco os puedo decir de ellos, pues sólo he tenido el privilegio de verles por fotos. Pero diré que tengo unas ganas locas de conocerles, de achucharles y que me muestren esa preciosa sonrisa.


Y así termina mi 2011 feliz, feliz de compartirlo con la persona que quiero a mi lado, aunque echando de menos a mi familia y amigos. Pero apesar de la distancia, me siento una privilegia, mis amigos siguen ahí, a pesar de los miles de kilómetros que nos separan, gracias por seguir siempre ahí, tanto en lo bueno como en lo malo.


Al 2011 le pongo un 9. Un 9, porque me tuvo dos semanas en el hospital bastante enferma, que me hicieron ver la vida de otra manera, sentí miedo mucho miedo. Por unos días pensé que una máquina marcaría el resto de mi vida...


Desde aquí, os deseo un FELIZ 2012. Qué la vida os sonría, y la salud nos cuide a todos. Y sobre todo que seamos felices a pesar de los momentos difíciles. Que vivamos la vida de la manera que queremos y creemos. Los sueños se cumplen...sólo hay que luchar por ellos...


FELIZ 2012