No han pasado ni 24 horas desde que tú corazón decidió apagarse y aún soy incapaz de asimilar el vacío y la tristeza que siento... El día de ayer fue duro y largo para tú familia y para tus amigos.., sobre esta hora recibí el mensaje que nunca quise leer, que nunca quise recibir...
Alberto, fue para mí muy importante en muchos aspectos de mi vida. En mi cabeza se acumulan recuerdos y más recuerdos. Cuando era pequeña, él era alcalde de mí pueblo, involucrado con la gente en todos los aspectos.Luego luchando en la oposición como el que más, con su bicicleta y su mochila.
Cuando fui creciendo y estaba en la etapa del instituto, fue mi profesor de matemáticas. Yo era malísima, odio las matemáticas pero él esta siempre a mi lado para ayudarme, para echarme una mano. Me pasaba horas en la biblioteca municipal, y cuando él llegaba a buscar sus libros me tendía siempre una mano.
Allá en el 2003 por los pasillos del instituto, me propuso leer un manifiesto en contra de la Guerra. Quería que fuera yo y acepté encantada. A partir de ese momento y unos meses más tarde, me afilié a las Juventudes Socialistas de Valencia de don Juan, las que durante mucho tiempo fueron mi segunda familia.
Alberto, ha sido para mí uno de mis "padres politicos". De eĺ aprendí a luchar por lo que creemos sin dejarnos manejar por nadie. A estar en la calle y no en la oficina. A salir, a dar la cara. Quiso que los jóvenes que veníamos con ganas y con muchas ilusiones conociéramos la historia socialista no sólo de la comarca, si no también de la provincia. Con él pasamos muchas y muchas horas de charlas y de eĺ aprendimo infinidad de cosas.
Él, era feliz en su molino de Arnedo, y por el pasamos casi todos sus amigos. Recuerdo ese fin de semana como si fuera ayer. Tres jóvenos con ganas de escuchar, con ganas de aprender.
Fueron cinco años muy intensos en mi vida política en la que Alberto siempre estaba ahí para dar consejos, para ayudar en todo lo que estuviera en su mano. No siempre estábamos de acuerdo, pero esas discrepancias hacían que siempre hubiera un lado positivo.
Hace tiempo, desde que me mude a Alemania allá por el 2008 nos veíamos muy poco, pero siempre que iba de visita Valencia solíamos coincidir. Te alegraste como el que más por el nacimiento de mi hija,y me da rabia, y pena que la última vez que estuve allí no nos vimos.
Fue un luchador nato, de contacto con la gente, se volcaba con todo lo que hacía, nunca daba la espalda a nada ni a nadie. Ayer nos dejaste, tú corazón se apago.
Luchaste hasta el último minuto. Siento no poder estar allí hoy contigo y tú familia para despedirte.
Alberto Pérez Ruiz, jamás podre olvidarte, siempre estarás en mis recuerdos. Gracias por ser un amigo, compañero de batallas, profesor.
Hasta siempre,
Marisol
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