Parece que agosto es el mes maldito, el que no quiere que disfrute de la gente que quiero, el que me quita de seguir viendo a mi gente y sobre todo el que me niega despedirme para siempre de las personas que han marcado mi vida.
Hoy me duermo con una noticia triste, me duermo sabiendo que no volveré a ver a esa mujer que tanta energía y vitalidad tenía. La que cuando llegaba a casa de trabajar allí estaba ella para preguntarme que tal me fue el día, la que cuando salía de fiesta siempre me decía "¿ ya vas?", la que cuando me ponía mi traje de jotas siempre me preguntaba que adonde íbamos a bailar, la que siempre, siempre se preocupaba por mí cuando me encontraba fuera del pueblo y que cuando regresaba siempre me daba un abrazo y un beso muy fuerte, sobre todo este año que se alegraba como la que más por vivir en Alemania y me animaba a que fuera feliz.
Se va la mujer que siempre iba a dar sus paseos, lloviera, nevara o hiciera sol, la que se sentaba con todas las vecinas para compartir penas y alegrías, la que me apoyo en momentos duros de mi vida, la que me ha visto crecer hasta hoy.
Se va alguien a quien he querido y quiero, pues formaba parte de mi día a día, alguien que será imposible de olvidar.
Se van 93 años llenos de vitalidad, energía, alegrías, lloros, despedidas, guerra, lucha, constancia, risas...
Sirvan estas líneas para un pequeño homenaje hacia su persona.
Con todo mi cariño.
Hoy me duermo con una noticia triste, me duermo sabiendo que no volveré a ver a esa mujer que tanta energía y vitalidad tenía. La que cuando llegaba a casa de trabajar allí estaba ella para preguntarme que tal me fue el día, la que cuando salía de fiesta siempre me decía "¿ ya vas?", la que cuando me ponía mi traje de jotas siempre me preguntaba que adonde íbamos a bailar, la que siempre, siempre se preocupaba por mí cuando me encontraba fuera del pueblo y que cuando regresaba siempre me daba un abrazo y un beso muy fuerte, sobre todo este año que se alegraba como la que más por vivir en Alemania y me animaba a que fuera feliz.
Se va la mujer que siempre iba a dar sus paseos, lloviera, nevara o hiciera sol, la que se sentaba con todas las vecinas para compartir penas y alegrías, la que me apoyo en momentos duros de mi vida, la que me ha visto crecer hasta hoy.
Se va alguien a quien he querido y quiero, pues formaba parte de mi día a día, alguien que será imposible de olvidar.
Se van 93 años llenos de vitalidad, energía, alegrías, lloros, despedidas, guerra, lucha, constancia, risas...
Sirvan estas líneas para un pequeño homenaje hacia su persona.
Con todo mi cariño.
....Señora Antonia.
03/08/2009 Descanse en Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario