lunes, 1 de noviembre de 2010

Siempre conmigo


La verdad que tengo esto un poco olvidado. No tengo mucho tiempo, y el tiempo que me queda, lo dedico a relajarme, preparar las actividades para los próximos días y a conocer los encantos de este país.

Hace más de una semana, que estuve en el departamento del Petén, un lugar que tiene una belleza inexplicable. Un viaje de 8 horas y un regreso de 15 merecen la pena.

Las razones para estar allí 10 días fueron el primero, para conocer como trabaja allí la ONG en la que estoy y estar durante una semana haciendo actividades con ellos y la segunda, conocer los lugares que esconde aquella región.

Durante 10 días, estuve compartiendo casa con las adolescentes y madres solteras. Fue una experiencia inolvidable. Sus testimonios, las razones por las que allí estaban, me hicieron pensar mucho sobre mi vida y sobre todo la suerte que tengo y que tenemos. Allí, en esa zona la vida es más dura, casi no tienen alimentos, no hay muchas empresas y es más difícil que les donen comida. Pero tienen un valor y un coraje que por mucho que os escribiera y os detallara, no podría describirlo a la perfección.

Me sentí y me siento una privilegia por haber compartido con ellas una pequeña etapa de mi vida, por dejarme que las conociera, por enriquecerme y por supuesto por aprender tanto de ellas...


Foto: Isla de Flores, Petén


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